Los tiempos se acortan y las posibilidades de salvación para esta humanidad ya son casi inexistentes. La salvación recae en aquellos seres que buscan la verdad y están dispuestos a hacer grandes sacrificios para inspirar cambio. Todo en un tiempo adonde la confusión invade las mentes. Confusiones que provienen de mentes perversas infiltradas en los medios de comunicación masiva, gobiernos, iglesias, empresas y toda institución financiera. He aquí un mensaje previo cuyas palabras no se las llevará el aire. Hasta el día de el fin de los tiempos o un milagro de salvación, estas palabras serán tan verdaderas como lo fueron cuando las escribí.
La humanidad atraviesa una crisis social y planetaria que día a día nos acerca cada vez más a la autodestrucción. Un descalabro global que no es de naturaleza cósmica sino de la misma voluntad de esta civilización. El Humano corre hacia la autodestrucción de una forma caprichosa y llena de egoísmo. Una sociedad mal sana que ridiculiza, persigue y asesina a todo aquel que dice o busca la verdad. Hemos intercambiado nuestra libertad por comodidad, nuestro pensamiento libre por entretenimiento, y nuestra alma por materia. Solo aquellos capaces de discernir la verdad en estos días oscuros serán elegidos para heredar la Nueva Era.
Ya no puedo decir que lo peor aún está por venir por qué lo peor ya ha comenzado. Este gran dolor que se manifiesta en el grito de la juventud que ya no soporta la realidad que las generaciones anteriores han construido. Sin embargo, la solución a nuestra crisis requiere de una acción muy profunda. Mientras el sistema financiero-político exista todo cambio será temporal y todos aquellos que gritan “justicia” serán absorbidos por la comodidad que el dinero ofrece. Nuestro actual sistema financiero-político es la causa y por consecuencia no puede ser la solución. Necesitamos instaurar un sistema regido por la Justicia, el amor, y la paz. Un sistema que juzgue nuestros actos y no lo superficial.
Los problemas del Humano son muchos y complejos, pero estos nacen de nuestros miedos e ignorancia. Es verdad que somos seres individuales, pero también es cierto que provenimos del mismo origen. Somos una familia cósmica, universos paralelos experimentando la vida desde puntos distintos en el Cosmo. La vida es todo aquello que es el Cosmo y el Cosmo es la vida en en el habita. Solo si el humano se une será proyectado hacia la eternidad, de lo contrario este individualismo será la causa de nuestra destrucción. Toda acción tiene una consecuencia y ya hemos llegando al tiempo máximo de inflexión, ignorar la verdad y continuar en el mismo camino es una clara prueba que la humanidad ha perdido su camino y una autodestrucción es inevitable.
La crisis social y ambiental seguirá siempre y cuando no cambiemos nuestra forma actual de vivir, incluido el sistema actual financiero-político. Un sistema al que aceptamos por qué es más fácil y cómodo que aceptar nuestras responsabilidades sociales. El tiempo de despertar es hoy por que los días se acortan y el juicio universal llegará cuando nadie lo espere.
Dante J
Fraternidad Cósmica
Diciembre 22, 2020