La normalización del pecado es una clara señal de la descomposición social y espiritual del ser humano. También es una clara señal de que el anti-cristo corrompe a nuestra sociedad para así poder manifestarse abiertamente. Después de todo, como podría manifestarse abiertamente ante el mundo si este no fuese corrupto y viviendo en el pecado. La normalización de la perversión, la violencia, la avaricia, la sed de sangre, la corrupción del núcleo familiar, las drogas, son una auto-flagelación que empujan a nuestra civilización al valle de la oscuridad y el dolor, y lo peor de todo, es que lo hacemos por nuestra propia voluntad. Decimos ser inteligentes y fuertes – toda una gran civilización – sin embargo, somos fácilmente engañados y seducidos por los deseos del bajo astral. Permitimos que un pedazo de papel, llamado dinero, sea un impedimento para ayudar aquel que lo necesita. Nos hacemos los desentendidos al dolor ajeno y decimos no tener culpa de que miles de niños mueran de hambre todos los días. Nos jactamos de nuestros avances tecnológicos cuando la gran mayoría de lo que se desarrolla solo sirve para esclavizar las mentes de los ciudadanos. Vivimos en un tiempo adonde cada vez menos gente espera el retorno de aquel que dio su vida para darnos una última oportunidad. El anti-Cristo alista su manifestación abierta, pero el cielo alista la justicia divina. Dentro de muy poco, si el humano no corrige su camino, la furia de Dios se desatará en la Tierra y el humano será castigado con más dureza que Sodoma y Gomorra. Las puertas de la iglesia de Dios se están cerrando frente a nuestros ojos, y el día que se cierren estas no se abrirán para aquellos que estén afuera.
Dante J
Fraternidad Cósmica
Marzo 17, 2024