Recientemente la Virgen Maria o Miriam, nuestra madre espiritual, se ha comunicado conmigo y me ha dado una visión. En esta visión pude ver a mucha gente con sus ojos muy muy grandes llenos de miedo. En shock veían lo que sucedía frente a sus ojos pero no lo podía creer. Entonces nuestra madre me dijo que ocurrirán eventos que golpearán muy duramente a la humanidad y que causarán un dolor tan grande que no se puede explicar con palabras. Eventos de los cuales he advertido y que hoy reitero son el inicio de la peor parte del Apocalipsis. Con gran dolor y tristeza me ha pedido que comparta esta visión con mis hermanos terrestres.
Comparto de igual manera las visiones que tuve el año pasado y a principios del actual, las cuales advertían de que el elemento agua golpearía fuertemente a través de sus ríos y que no darían mucho tiempo de reacción. Visiones que se han vuelto realidad y que ahora golpean duramente a China, pero que también sucederán en todo el mundo por que el humano a elegido el pecado y no la paz.
El cielo a través de los sonidos en el cielo que se manifiestan en todo el mundo nos advierten de que un gran dolor se avecina. Señales que piden literalmente a gritos que demos pausa y hagamos consciencia de nuestros actos por qué el tiempo se acorta. No podemos tiempo que perder. La humanidad debe actuar ya.
Hace unos días he tenido otra vision con respecto a las aguas. En ella vi un rio pequeño en el cual había personas nadando. Llovía un poco y yo era consciente que antes de que la gente pudiera darse cuenta la corriente crecería muchísimo. Posteriormente, ayudo a algunas personas a salir del rio cuando estos se dan cuenta que las aguas están subiendo y la corriente del rio acelera. En una cuestión de minutos este rio pequeño crece y se convierte en un rio caudaloso. Poco después, este río crece de tal forma que se lleva a todo lo que esta en su camino. Yo voy a un puente para ver si de allí puedo salvar a alguien. Para mi sorpresa, incluso el puente es rebasado por la corriente del rio. Yo me agarro de un riel de metal y a travieso el puente. Una fuerza, que en la vision no podía explicar, mantenía mis pies firmes en cada paso y no permitía que las aguas me llevaran. Desde el puente pude observar que algunas personas se pudieron salvar, pero no fue esa la suerte de muchos.
Tuve otra visión del elemento agua y la destrucción que causará, y no solo eso. Esta visión la han tenido mi esposa y mi padre la misma noche, y les puedo confirmar que millones de personas la han tenido también. Muchísima gente sabe lo que sucederá y espero que lo digan.
En esta visión me encuentro en lo más alto de una montaña y la parte más alta es casi plana con un pequeño pico o un pequeño monte en el centro. De por detrás de este monte o pico empieza a salir mucha agua. Muy pronto forma una pequeña laguna de la cual empieza a formarse un rio que corre hacia abajo. Este rio inunda los terrenos de cultivo y el pueblo abajo. Y en esta visión yo sabía que esta agua no se podía detener. Esta agua habría de tomar lo que el hombre cree que le pertenece y no devolverlo. Mi esposa y padre tuvieron esta visión pero desde otro punto en la visión. Mi esposa vio un rio enorme que se llevaba todo y mi padre vio un mar que entraba hasta muy adentro inundando las ciudades y pueblos, y arrastrando consigo a la gente.
Y no solo el fuego, también los otros elementos de la naturaleza golpearan a la humanidad. El mar cobrará más importancia en esta revelación en contra del hombre. No se cuando, pero si me lo han dicho es que por qué está muy cerca. Los elementos de la naturaleza purifican al planeta del gran cáncer llamado “Humano”.
Lo he visto! Me lo han mostrado el pueblo del cosmos! he visto al agua y el aire azotar con furia al hombre, a la tierra comerse pueblos enteros y la lava correr por las calles como ríos de fuego. Serán tiempos oscuros, de mucha confusión y de dolor, todo como resultado de la maldad y sed de sangre de esta humanidad. El tiempo del retorno de Jesus-Cristo esta cerca! Nuevamente exhortó a todo aquel que lee este mensaje a planificar una vida espiritual y no material. A amar a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.